Desalinización: una alternativa para afrontar la crisis hídrica en Chile

Desalinización: una alternativa para afrontar la crisis hídrica en Chile

La actual megasequía que está atravesando Chile provoca la búsqueda de soluciones eficaces a largo plazo para poder contrarrestar la situación. La desalación aparece como una alternativa para enfrentar esta crisis hídrica que actualmente atraviesa al país costero. 

Solo el 1% del agua que contiene la tierra es apta para el consumo humano y, según la Organización de las Naciones Unidas, más de 700 millones de personas en el mundo no tienen acceso a ella.

Al mismo tiempo, el cambio climático está afectando a muchos países alrededor del mundo, en especial a Chile. El Desierto de Atacama se está proyectando hacia el sur lo que significa que, si las precipitaciones ya están bajas, van a bajar aún más en el futuro. Los embalses y pozos profundos, van a volverse insuficientes para las necesidades de consumo humano y agricultura.

Ante este contexto, se necesita entonces buscar alternativas no convencionales, entendiendo a estas como aquellas que generan un recurso de agua nuevo a través del uso o aplicación de una determinada tecnología, que permita contrarrestar esa escasez de agua.

Actualmente, la tecnología que más se está utilizando alrededor del mundo es la desalación por osmosis inversa, que básicamente funciona succionando agua del mar, la cual es filtrada y mandada a presión a través de unas membranas semipermeables. A un lado de esas membranas pasa agua libre de sales, que es la que se utiliza para el consumo humano, para la agricultura, la industria, etc.

Al otro lado de la membrana queda un exceso de sales, mezclada en parte con agua de mar, llamada salmuera, la cual se manda de nuevo al mar a través de un emisario submarino. La devolución de esta salmuera al mar no genera algún tipo de problemas ya que existen en la actualidad diferentes estrategias que se pueden implementar para que se realice una correcta descarga y se reduzca el impacto al mínimo. Un aspecto fundamental al llevar a cabo este tipo de proyectos de manera responsable. 

Pero, ¿en qué consiste la desalinización del agua?

La desalinización del agua o desalación del agua es el proceso de separación de sales de una disolución salobre (agua salobre o agua de mar) para convertirlas en agua adecuada para el consumo humano, uso industrial o agrícola. Este proceso se lleva a cabo mediante la instalación o construcción de una planta desalinizadora, destinada especialmente a la desalinización.

En el desarrollo de una planta desaladora intervienen aspectos generales y concretos, es decir, a nivel de planificación y de ingeniería. El aspecto más importante a dilucidar en el estudio de una planta desaladora es su emplazamiento y, ligado a él, sus sistemas de captación y vertido. 

Una infraestructura tipo consta de:

  • Obra de toma y vertido, con sus correspondientes conducciones.
  • Edificio de procesos, donde el principal es la ósmosis inversa para la producción de agua dulce.
  • Depósitos de regulación y conducciones de distribución del agua desalada hasta los usuarios.

Por consiguiente, los sistemas de tuberías de GRP/PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio) se vuelven indispensables para llevar a cabo dicho proceso de desalinización ya que pueden utilizarse para todos los sistemas de tubería que una planta desalinizadora requiera, como, por ejemplo, para conducción y captación de agua de mar, descarga de salmuera, conducción de agua desalinizada a las distintas fases del proceso, conducción de agua tratada hasta los estanques de acumulación, emisarios submarinos y recepción final para instalaciones enterradas y aéreas. 

Además, los sistemas de tuberías de GRP / PRFV, proveen soluciones económicas a largo plazo y son la mejor elección para los consultores debido a la larga lista de prestaciones y beneficios:

Resistencia a la corrosión

  • Materiales de larga vida de servicio efectiva.
  • No son necesarios revestimientos, recubrimientos, protección catódica, envolturas u otras formas de protección adicional a la corrosión.
  • Bajos costos de mantenimiento.

Superficie interior extremadamente lisa

  • Menos pérdidas por fricción en la tubería significan menos energía necesaria para el bombeo y costos de operación más bajos.
  • Se minimiza la formación de lama, lo cual ayuda a disminuir los costos de limpieza.

Resistencia a los rayos UV

  • Calidad y tecnología para el desarrollo sostenible
  • Cumplimiento de altos estándares de calidad según normas internacionales. 

Asimismo, y gracias a los resultados obtenidos en el uso de esta tecnología, en los últimos años, la región de América Latina y el Caribe (ALC) se convirtió en uno de los mayores mercados emergentes de desalinización. Desde 2020, en el continente existen 30 plantas y se planea invertir más de US$25 millones en futuros proyectos. Chile, país que ya cuenta con 18 plantas establecidas, tiene previsto construir la mayor planta desalinizadora alimentada por energía solar de toda América Latina en el desierto de Atacama, para abastecer la demanda de agua para la minería y el consumo humano. Perú utiliza el agua de sus cinco plantas para fines agrícolas, industriales y de consumo humano. Existen plantas también en México (5), Colombia (2) y Argentina (1).

De esta forma, la desalación se posiciona como una excelente alternativa para cambiar sideralmente la situación hídrica que enfrenta Chile. Una opción que estaría siempre disponible y que no estaría sujeta a los cambios estacionales y a las vicisitudes del tiempo, al ser este un país costero. Una solución a largo plazo, inagotable y de bajo impacto. 

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